viernes, 25 de septiembre de 2009

Un poco de rosa para tanto verde.

Este video es una aportación de nuestra querida J-Lo que se inspiró en el verde primaveral del blog y quiso añadirle un poco de rosa.
Escuchen la letra de la canción. Las recomendaciones para conseguir a un marido que las mantenga. Claramente, es la búqueda más antigua de la humanidad... Ja!

(que quede constancia de que no escribí yo, solo retransmití una aportación de JLo)






y para las que no tienen buen oido, acá la letra:


Wishin', and hopin', and thinkin', and prayin',
Plannin' and dreamin' each night of his charms,
That won't get you into his arms.
So if you're looking for love you can share,

All you gotta to is hold him,
And kiss him, and love him,
And show him that you care.

Show him that you care, just for him.
Do the things that he likes to do.
Wear your hair just for him,
Cause you won't get him, thinkin' and a-prayin',
Wishin' and a-hopin'.
'Cause wishin', and hopin',
And thinkin', and prayin',
Plannin' and dreamin' his kisses will start,

That won't get you into his heart!
So if you're thinkin' how great true love is,
All you gotta do is hold him, and kiss him,
And squeeze him, and love him.
Just do it!
And after you do, you will be his.

You will be his.
You will be his!

jueves, 24 de septiembre de 2009

Ayer me cagaron a pedos.

De antemano me disculpo si alguien se siente alterado por un título como el de hoy. En una frase muy argenta, que en aplicación real significaría que me regañaron, pero es tan explícita, tan divertida, que me tomé la libertad de usarla como título.

Algo de humor le tengo que poner al día, que después de la maltratada de ayer, estaba convencida de no escribir durante un buen tiempo en este blog. Y es que, si bajas un poco, te darás cuenta de que no he parado de publicar posts. Le robé la voz a mis compañeras y me apropié del espacio. Ayer cuando leía, conté mis participaciones del mes y bueno, creo que he acaparado la pantalla. Reciban todos ustedes una sincera disculpa de esta aspirante a uña de cronopio.

Ayer cenaba con una de las colegas del blog (por que a la otra se le descompuso el bondi) y no sé si por la cena, la cerveza, la frustración de saber que mi tiempo en estas tierras está llegando a su final y con él la posibilidad de seguir formando parte activa en la vida de mis amigas, o que sé yo por qué; ayer simplemente opiné fuerte y sin reparo. Como sicario. A quemarropa. Y sin que me lo pidieran. Unsolicited feedback. Y además usé teorías que incomodan a la persona que tenía del otro lado en la mesa. Teorías de lianas.

Ella me escuchó (con la ceja levantada, como se debe hacer en un caso como este) y al final me dijo (en un breve resumen de palabras dulces dichas en tono bajito y con mucho cariño) que soy intolerante y que yo juzgo la vida de los demás bajo mis propios parámetros. Y remató preguntándome cómo esperaba yo que ella siguiera publicando sus más profundos pensamientos, si cada vez que lo hace yo la hago mierda con mis comentarios.

Yo me traté de defender diciendo que tengo opiniones. Que en un juicio hay un veredicto y que yo no me considero nadie para juzgar nada. Pero también, creo que si tengo un conjunto de neuronas que interactúan entre sí para aprender de la vida, pues tengo derecho de tener opiniones.

Les cuento un poco que la mujer que tenía yo enfrente es una mujer grande, de esa gente grande que hace que el mundo parezca menos feroz a su lado. Un corazón que da, un hombro que consuela, una cabeza que cuestiona y un espíritu en busca de su lugar en el cosmos. El asunto es que no ella no es fácil entrar en juegos de palabras. Juegos que a mí me fascinan y me dan siempre la oportunidad de salir de una conversación que me incomoda. Mi amiga tiene la capacidad de detectar mis juegos de palabras aún antes de que sean planteados. Quizá por esa razón lo único que me dijo fue: “Lee. Entra al blog y lee lo que has escrito. Lee tus juicios sobre lo que hemos escrito otras personas, lee tus “opiniones” en tus posts. Lee y léete.”

Y hoy me leí.


No cabe duda de que uno aprende todos los días de esta corta vida.

lunes, 21 de septiembre de 2009

De Rapunzel a Fiona- por nuestro propio Shrek

Alguna vez escondiste algo sobre ti, iniciando tu callada confesión con palabras como “Tengo una amiga que…” ?? Bien. Este no es el caso. Tengo mucho que confesar, pero hoy quiero hablar de una amiga.

Tengo una amiga que me sorprende. No sé como lo hace, siempre se las arregla para sorprenderme un poco más. Tuve el privilegio de conocerla durante alguna época de mi desempeño profesional y, si bien joven, me sorprendió su capacidad de aprendizaje increíblemente rápida, su forma positiva para buscar y proponer soluciones, su ambición por el logro de resultados y su actitud valiente de defender sus puntos de vista. Fue una suerte trabajar a su lado, pero fui aún mas afortunada cuando me dio la posibilidad de conocerla como persona y me ofreció su amistad. Le quiero, le valoro muchísimo y trato, a pesar de la distancia, de seguir acompañándole por sus topes contra la vida.

Dije sus topes contra la vida? Si, es lo que quise decir. Y es que mi amiga, es un ser humano, es una mujer y es por eso que aún tiene mucho para sorprenderme.

Sin entrar en detalles propios de un confesionario, y con el único fin de poner antecedentes al título del post de hoy, les cuento que mi amiga tiene un novio de muuuuchos años, a quien quiere bien. Sin embargo (cuántas pasamos por ahi?) no se siente completa y en ese nosentirsecompleta, se mete frecuentemente en “relaciones” paralelas que no tienen salida. Siempre tiene una buena razón que va desde la química irresistible hasta la conexión especial… en realidad, la razón que pareciera ser la de fondo es que sigue buscando a ese hombre que la haga dejar lo que tiene, en búsqueda de un futuro perfecto.

Hoy mientras hablaba con ella (chateaba, en realidad) y le pedía permiso para usarla como ejemplo, me dí cuenta de una de las cosas a las que las mujeres de hoy tenemos que enfrentarnos (si, una más): El cuento de Rapunzel. Esa princesa atrapada en la torre a quien un príncipe encantado rescata de las fauces del monstruo que la mantiene encerrada. Ella, rubia de rizos largos, le tiende su cabello trenzado para que el príncipe pueda llegar hasta lo alto de la torre y liberarla. Además de besarla, claro y tomarla de la mano mientras juntos caminan hacia el felices para siempre.

Me indigna tanto esa historia! Y me indigna más cuando la veo aplicada a la vida real. Cuando veo a mujeres talentosas atrapadas en una torre construida por ellas mismas… ellas, que han hecho de su relación actual, de su soledad o de su vida, ese monstruo del que se asustan… del que gritan pidiendo ser liberadas.. del que esperan –algún día ya pronto- lograr escapar. Pero para eso necesitan esperar a su príncipe. A ese, que va a tomar la decisión por ellas, que va a luchar hasta conquistarlas y tenerlas a su lado. Que está dispuesto a dejar a su novia/esposa/whatever para correr a rescatar a alguien que se ha hecho de problemas sola y que es incapaz de rescatarse por si misma.

Y mientras me indigno pienso en Shrek (si les dije que amo las pelis para niños?). Viene a mi mente ese ogro empujado por las circunstancias a rescatar a una princesa. Una princesa que, sea dicho claramente, lo único que no necesita es ser rescatada. Luchadora, fuerte y decidida, Fiona sólo espera al príncipe por que le dijeron que tiene que esperarlo para ser juntos felices para siempre. Pero cuando llega la hora se libera un poco sola, acompañada por Shrek ( a quien cree el Príncipe Encantado).

Después de leer los comentarios que ustedes amablemente han ido dejando, el tema “salí a buscarlo, no lo esperes” se ha vuelto recurrente. Tenemos que pelear entonces contra la inercia del esperar al príncipe. Contra todos los cuentos que nos contaron. Y armarnos en Fiona. Y correr a su encuentro. Y liberarnos solas de nuestros miedos, de nuestro pasado, de nuestro pesado equipaje, de nuestros prejuicios, de los cuentos que nos seguimos contando cada día, de las princesas lindas de largas trenzas y de los príncipes encantados.

“Una mujer valiente, una mujer sonriente” diría Bebe. Una que “ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos”. Carajo. A todas las princesas de este mundo (a ti incluída), va mi mensaje, mi grito desesperado: BASTA!!! Toma las riendas de la vida, salí a vivir por tu decisión. No por el consejo de las cartas, ni por el destino, ni por los príncipes. Por ti!!!! Por que los minutos ya se fueron mientras leías, mientras te dio miedo, mientras dudaste.

Yo sé que me estás leyendo. Y sé que un poco de sonrisa cínica se te escapa por ahí. Si, entiendo. Esa sonrisa cínica también está en mi cara mientras escribo. No dije nada nuevo, cierto? Sé que el tema no es liberarnos, sino qué demonios tenemos que hacer para liberarnos. Lo siento, pero ahí es donde yo aprendo de ti.

Hasta aquí mis pensamientos, me comentas los tuyos? Dale, deja un comentario, aunque empieces diciendo: “Tengo una amiga que….”

jueves, 17 de septiembre de 2009

Zumbo como un panal

Cada poro en mi piel te presiente.. estás cerca. Me gusta sentir la vibración que se produce en mi pecho por la anticipación de ti. Es bueno no tenerte sólo por que me gusta desearte. Me quemo.
Ven, quiero sudarte en mi piel. Ven, quiero retorcerme de amor.
No vengas y deja que vaya hacia ti. Deja que sea el mismo deseo quien me haga girar, correr, buscar y seguir deseando.

¿Quién demonios me entiende?

jueves, 10 de septiembre de 2009

How to lose a guy...


Yo sigo inspirada por esa película simplona pero muy real. El problema ahora es que me he dado cuenta de que estoy acaparando los espacios publicados en este blog. La verdad es que sentiría un poco de culpa si no supiera que la verdadera razón por la que mi firma empieza a predominar es por que soy, dentro del grupo de personas que aportan al contenido de este espacio, la más "desocupadita". (En diminutivo no suena a paria desempleada sin objetivo en la vida, jajaja!)

Asi es que, sin el más mínimo asomo de culpa, me dirijo a ustedes para pedir que me detengan de una vez. Estoy un poco cansada de llevar la voz predominante de este coro y seguramente ustedes tambien se han hartado de oirme. Además, canto horrible. Es por ello que esta vez, les pido ayuda a ustedes, los que nos honran con sus silenciosas visitas, para que me obliguen a guardar silencio y me dejen algo de lo que la experiencia les ha enseñado.

El tema es aquel que le da título a este post. Para quienes no vieron la película, la buena noticia es que no es necesario verla. Basta con haber vivido. Basta con haber intentado alguna vez, tener una relación que pase de un par de semanas. Hablando con mis amigas, a veces siento que doy consejos como si lo supiera todo, pero la verdad es que todas estamos igual de perdidas en esto del cierre del negocio.

Y no es que quiera quedarme o dejar a mis amigas con la primera relación que se topan en el camino, es que pareciera que somos buenas en las primeras etapas de la venta: La generación de demanda, el primer contacto, casi hasta el acuerdo verbal... pero cuando hay que confirmar que existe una relación (y que conste que me aislo de las palabras noviazgo, matrimonio y todos sus etcéteras) nuestro rate de conversión es un asco.

Entonces, dado que no sabemos exactamente lo que hay que hacer, propongamos una revisión utilizando la ingeniería en reversa: Qué demonios es lo que no debemos hacer?

Por ahí Flachi soltó un par de ejemplos: Decirle novio antes de tiempo o confesar que se le quiere a la segunda salida... pero me parece que en los ojos que leen esto hay más sabiduría que en los dedos que lo escriben, asi es que, apelo a su ayuda.

Mi pregunta es simple:¿ Qué es lo que evita que el hombre se quede a pasar de un encuentro casual a una relación real?.

Vamos, seguramente tú que leiste esto hasta el final tienes un par de ideas... entra a los comentarios y comparte con nosotros eso que tu has aprendido. Si lo haces, ayudarás a un grupo de mujeres a ser más felices y las mujeres felices hacen al mundo un lugar mejor.


:D

jueves, 3 de septiembre de 2009

"Todo lo que necesito"

Hola, yo soy Lady Di, otra de las autoras del blog. Soy ecuatoriana, pero con un corazon de ciudadana mundial que reside en Buenos Aires. Soy una joven profesional que vino a esta ciudad a realizar un MBA, que dejo a su familia y a su entorno para comenzar aca desde cero. Estos dos años y medio para mi me han dado mucho pero tambien me hicieron pasar por momentos dificiles que en mas de una ocasion me hicieron pensar en volver a casa. Por que dejar la comida caliente recien hecha por mama? La ropa limpia? ¿El calor de hogar y la seguridad que te brinda estar rodeada de tus seres queridos?

Muchas veces la gente me ha preguntado cual fue mi razon para cambiar todo eso por vivir sola en un apartamento, hacer nuevos amigos, buscar laburo y tratar de encajar en una sociedad muy distinta a la mia y cargar con todas las consecuencias que eso trae. Pocos le encuentran un verdadero sentido a esta decision porque es dificil concebir la idea de dejar ese confort.

Creo que habrian muchas respuestas a esa pregunta, pero he llegado a la conclusión que solo existe una que encierre a todas las posibles: Descubrirme como soy realmente, como mujer, como profesional, como amiga. Parece mentira que esta experiencia pudiera ampliarse hasta el punto de verme como lo que soy y lo que podria llegar a ser.

Y durante este camino que para mi ha sido mas que crucial en mi desarrollo, decidi romper esquemas mentales (los cuales ya venian incorporados en mi chip) e ir mas alla y ser una exploradora de la vida. Son innumerables las vivencias durante mi estadia y lo que he podido ver y oir. Ademas no solo ha sido mi crecimiento, sino mi enriquecimiento al lado de hermosos seres humanos que me ayudaron en este dificl reto, amigas que no solo quiero sino que admiro y que han aportado con sus sanos consejos y su apoyo en todo momento. Gracias a todas ellas, porque me han hecho una mejor Diana.

Claro como no todo es lindo, mis defectos tambien me acompañan a donde voy, hay q trabajarlos, pulirlos y siempre resaltar las virtudes, lo positivo al frente.

Durante mucho tiempo veia el horizonte gris (como todos en algun momento sentimos) y temia que tuviera que regresar a mi punto de partida . Pero como dicen sabiamente “Dios cierra la puerta pero abre una ventana” ahora formo parte de una compañía multinacional que me recibió y es donde estoy apuntando mi futuro profesional.

Ahora que ya saben un poco mas de mi, porque quiero un marido que me mantenga? Parece ironico y hasta contradictorio que una mujer que lo dejó todo y que se bate sola ante la vida crea necesitar a alguien a su lado? ¿Es ésto ir en contra de un concepto de autosuficiencia?

Si, acepto ser una mujer independiente pero que quiere un marido y aclaro que no son ideas antagonicas necesariamente. Nuestra vida profesional y el desarrollo dentro de una empresa o tener un emprendimiento propio son caracteristicas tecnicas de una mujer y que nos brindan un medio para construir parte de nuestra felicidad que es el dinero, y si todo sale bien el reconocimiento personal para lo que hemos luchado.

Pero el ser humano fue pensado para vivir en comunidad y tambien para estar en pareja, y a pesar de lo que todas digan, la necesidad de que alguien nos acompañe en el camino es latente. Ni tus padres, ni tus hermanos o amigos esta en la capacidad de brindarte este tipo de afecto.

Estoy consciente de todo lo que soy, pero tambien de lo que me hace falta y de lo que tengo para ofrecer. Se cuáles son mis necesidades y mis debilidades. Soy débil ante un intento de cariño sincero, ante un hombre que me promete compartir conmigo lo cotidiano y que estaría dispuesto a sostenerme cuando voy a desfallecer. Soy débil ante detalles, ante caricias y palabras dulces. Porque soy consciente de ello, he encontrado en este blog la manera de expresar lo que siento y lo que pienso con ustedes, y mas interesante aun con mujeres tan admirables como valiosas, con diferentes puntos de vista pero que me hacen mirar la vida a traves de otros ojos.

El famoso “Principe Azul” como todas lo conocemos y que siempre se escucha lejano, no es mas que un simple mortal a quien vamos a querer con sus virtudes y defectos y que caminara con nosotros. No necesita de etiquetas ni instituciones, solo la seguridad de que esta ahi junto a nosotras, que nos ama por la mujer que somos y la que podremos llegar a ser, que nos completa a pesar de que los años no nos hagan mas lindas.

Por eso quiero un marido que me mantenga, que me mantenga junto a sus logros, sus derrotas, su malhumor, su tristeza pero cuando los momentos de felicidad lleguen tambien podramos celebrar juntos la aventura de la vida.

martes, 1 de septiembre de 2009

No gana quien tiene mas ganas, no sé si me explico...

Hace ya algunos meses que arrancamos este blog como una iniciativa de un grupo de amigas (y un hombre, seducido por el concepto pero que aún no vence la timidez para darle al teclado) que querían compartir un poco entre ellas y un poco con el mundo, algo de sus dudas, pensamientos y experiencias en su búsqueda de la realización personal.

Si has pasado por acá más de una vez, te habrás dado cuenta de que somos personas en momentos de la vida y con perspectivas y puntos de vista muy diferentes y creo que eso es lo que hace que valga la pena el esfuerzo. Es divertido ver como algunas de quienes acá publican encuentran en el título del blog (qumqmm) una seria provocación hacia sus puntos de vista, otras lo ven como una forma de confesión pública, yo personalmente creo que yo... no, espera... permíteme presentarme.

Yo soy DiY. Mi perfil completo está a la derecha de la página y si venís referenciada de Facebook, no necesitas mas presentación. Este blog ha sido muchas cosas para mi en estos meses: un pasatiempo, una forma de disciplina para sentarme de nuevo frente a la compu a hacer otra cosa que navegar sin rumbo, una confesión, una rebelión y, si.. un poco una burla.

No me malinterpretes, quiero un marido que me mantenga. Y lo quiero por varias razones. Lo quiero por lo mucho que creo en mí y por lo mucho que me quiero. Creo que una mujer inteligente y capaz con una mente creativa y revoltosa debería tener alguien con quien compartir esos pensamientos extraños y revolucionarios que sólo llegan a su cabeza mientras sonríe mirando al techo después de hacer el amor. Quiero un hombre que lo comparta.

Quiero un marido que me mantenga por que creo que soy fuerte, valiente y atrevida, pero también por que entiendo que soy humana y me canso. Por que hay momentos en que me gustaría echarme hacia atrás y saber que ahí hay alguien que me sostiene. Busco a ese hombre que me respalde.

Soy mujer y como tal, soy también contradicción. Así que inteligente, dura, valiente, pero extremamente sensible y vulnerable. Sueño y me caigo con facilidad de los sueños... quiero un marido que me levante. Me gusta mi soledad y mi independencia. Me gustan mis momentos en silencio y quizás.. me gustan demasiado. Quiero un amor que me acompañe.

Quiero decir muy en alto que quiero un marido que me mantenga, por que es mi forma de decir que no me importa lo que se piense de mi. Que soy libre y liberada. Que soy tan libre que puedo decirlo y que me libero ante una liberación que me impone independencia.

Pero por sobre todas las cosas quiero hacerlo distinto. Quiero saber que aprendí de las mil veces que me topé con la pared. Quiero saber que crecí. Y por eso, detengo aquí mi lista de "quieros".

Empecé con una canción y me despido con otra. Por que creo que he aprendido que no basta con "querer". Creo que en esta vida se recibe como se da. Y yo... tengo también un corazón que se muere por dar amor.


Gracias Juanes, Gracias Alejandro Sanz por las colaboraciones involuntarias.